Fundación ONCE ha hecho público un informe, realizado en colaboración con Citibeats, que analiza la accesibilidad en las ciudades españolas a partir de más de 100.000 opiniones recogidas en Twitter. De este análisis se desprende que las principales barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad en España son sociales y culturales, si bien existen diferencias en función del tipo de discapacidad del usuario.
Así, las mayores barreras que encuentran las personas con discapacidad cognitiva son culturales y sociales (57%), seguidas de dificultades en comunicación (24%). Por su parte, las personas con discapacidad visual denuncian fundamentalmente las de comunicación e interacción (48%), seguido de barreras en el transporte (19%) y en el entorno (18%).
La principal barrera para las personas con discapacidad auditiva es la de comunicación e interacción (84%), y para las personas con discapacidad física, los principales problemas tienen que ver con el entorno construido. (45%).
Los impulsores del estudio destacan que los ciudadanos y sus opiniones son los mejores sensores para identificar problemas y necesidades sociales. “La digitalización de la sociedad, los canales de participación ciudadana y las redes sociales se han convertido en plataformas para expresar las demandas ciudadanas. Eso convierte a las opiniones ciudadanas en una rica fuente de información para identificar aquellos problemas que más preocupan a la sociedad”.
El modelo de inteligencia artificial y procesamiento de lenguaje natural de Citibeats consiste en capturar y estructurar las opiniones ciudadanas para detectar necesidades y retos a los que se enfrentan las personas. Así, este proyecto de escucha ciudadana ha servido para identificar y localizar en el mapa las distintas barreras a las que se enfrentan los colectivos de personas con discapacidad.
Este informe presenta los primeros resultados del análisis de los meses de octubre y noviembre. Las más de 100.000 opiniones recogidas y categorizadas permiten identificar a qué barreras se exponen con más frecuencia los ciudadanos españoles con discapacidad, qué diferencias existen entre colectivos y cómo éstas varían entre las regiones y ciudades más importantes.
¿Qué opinan los ciudadanos?
En materia de comunicación e interacción, las personas con discapacidad cognitiva han manifestado su opinión sobre la reforma de la ley que reconoce el derecho a voto de las personas con discapacidad intelectual. En este punto reclaman unas elecciones accesibles: programas electorales, las papeletas y los colegios electorales más fáciles de entender.
Por su parte, el tráfico de opiniones de las personas con discapacidad visual se ha centrado en comunicación e interacción. Reclaman unas oficinas de correos más accesibles, puesto que a menudo la atención no está adaptada: pantallas sin audio, falta de apoyo para rellenar documentación escrita, etcétera.
Destacan acciones como la del metro de Barcelona, que ha empezado a incorporar puertas rojas para mejorar la accesibilidad a las personas con problemas de visión y cumplir con la normativa de la UE.
Vecinos de otras ciudades como Bilbao reclaman que se mejore la accesibilidad en el metro y trenes de cercanías con señalización en Braille y megafonía adecuada.
Para las personas con discapacidad auditiva, las principales barreras tienen que ver con la comunicación e interacción. En la Comunidad Valenciana se ha valorado la incorporación de SVisual (servicio de video-interpretación en LSE) en sus hospitales para cubrir las urgencias médicas.
Ciudadanos de Andalucía piden que además del servicio ordinario de ILSE en horario diurno, también se incorpore el SVisual para cubrir el servicio nocturno.
Respecto a las barreras sociales y culturales, FIAPAS y distintos colectivos de ciudadanos denuncian que un alto porcentaje de alumnos con problemas auditivos no cuenta con el suficiente apoyo en las aulas, lo que dificulta su integración y aprendizaje.
Por último, para las personas con discapacidad física las principales dificultades se siguen encontrando en el entorno construido. En la actualidad, a raíz del boom de los patinetes eléctricos de alquiler en las ciudades, son muchas las personas que se quejan de aquellos aparcados o caídos en medio de la acera, dificultando el paso a peatones y especialmente a personas con movilidad reducida.
En Madrid, por ejemplo, se ha puesto en marcha una recogida de firmas para conseguir que todas las estaciones de metro estén adaptadas a personas en silla de ruedas y personal formado para atender sus necesidades especiales.
Otra cuestión que ha generado un gran volumen de opiniones en redes es el deporte adaptado. Señalan que a pesar de que el deporte es una vía de integración para las personas con discapacidad física, el coste financiero de las prótesis y sillas de ruedas para el deporte sigue siendo una barrera importante para muchas personas.
¿Cómo varían las barreras por provincias?
En Madrid los ciudadanos denuncian la falta de apoyos a alumnos con discapacidad, así como supuestas prácticas segregadoras en algunos colegios públicos de la capital.
En Barcelona se genera una conversación abierta entre un grupo de personas con TDAH y otros tipos de discapacidad cognitiva que denuncian a través de sus propias experiencias los episodios de acoso hacia niños en situaciones similares.
En Burgos, por ejemplo, a pesar de las obras para mejorar la accesibilidad en el centro de la ciudad, los ciudadanos demandan mejoras en otras zonas, donde muchas personas mayores con problemas de movilidad tienen dificultades para desplazarse.
Y en Málaga varias personas hacen campaña para que se deje de usar el término “autista”; como insulto.