Plataforma para el impulso de la accesibilidad universal

Startups que mejoran la vida de las personas con discapacidad

La startup murciana de Bemyvega’, junto con ‘Park4dis’ y ‘Supergiz’, acaban de firmar sendos convenios con Fundación ONCE para formar parte de ‘espacIA’, la iniciativa de aceleración de emprendedores sociales con impacto en el colectivo de personas con discapacidad puesta en marcha hace un par de años por la entidad social. ‘Bemyvega’ es un sistema de grabación, retransmisión y seguimiento de clases, congresos, presentaciones o eventos, que facilita el acceso a la información que se difunde en ellos. El sistema permite que quien quiera seguir una clase, ya sea de forma presencial o en streaming, disponga de la señal de la imagen con seguimiento del docente, de la imagen de la pizarra (si la hay), de la señal de la pantalla y del audio del discurso del ponente en cualquier dispositivo inteligente propio del que disponga (teléfono móvil, Tableta o PC) en tiempo real. Con este equipo, ciertas personas con discapacidad visual o auditiva pueden tener acceso completo en tiempo real a toda la información necesaria para el seguimiento de la sesión, con lo que puede facilitar la vuelta al cole de algunos niños con discapacidad. Por su parte, ‘Park4dis’ nació como solución a las dificultades que encuentran las personas con movilidad reducida (PMR) en España cuando se desplazan en coche. Es una única plataforma (web y App) que agrupa información sobre la ubicación de más de 23.000 plazas PMR, y sobre la normativa aplicable en más de 60 municipios. Por último, ‘Supergiz’ es un proyecto diseñado y producido por Autofabricantes. Concebido inicialmente como un sistema de prótesis para niños con ausencia o ciertas parálisis de mano o parte del brazo, aunque actualmente se está utilizando también en adultos. Es un programa de código abierto y fabricado en impresión 3D con más de 2.000 descargas. Con estos tres emprendedores, ya son seis los que integran el proyecto ‘espacIA’. Cada uno de ellos cuenta con un servicio de aceleración a medida y un mentor, además de recibir asesoramiento y consultoría. En este sentido, la cartera de servicios de ‘espacIA’ es amplia e incluye desde un asesoramiento en materia legal, fiscal o de desarrollo de negocio en la fase de empresas, hasta la preparación de un plan de negocio, discurso ante inversores o identificación de aspectos claves en la posible incorporación de talento para fases más iniciales, entre otros. Los emprendedores seleccionados dentro del proyecto de aceleración ‘espacIA’ deben dedicar, durante el ejercicio siguiente al inicio de la explotación comercial de su proyecto, al menos 20 horas anuales al desarrollo de labores de mentorización de los proyectos beneficiarios de las siguientes ediciones. Además, tendrán que destinar el 5% de los beneficios que obtengan durante los cinco primeros años como consecuencia de la explotación comercial del proyecto seleccionado a dotar un fondo económico que se dedicará a nuevas iniciativas con impacto en la mejora de las condiciones de vida de las personas con discapacidad. Fuente: FUNDACIÓN ONCE

INKLUGI, una herramienta de concienciación sobre la importancia del diseño para todas las personas

INKLUGI, es una herramienta de fácil uso desarrollada por la Universidad de Mondragón en colaboración con el equipo de Inclusive Design de la Universidad de Cambridge, Fundación ONCE y la Federación Coordinadora de personas con discapacidad física de Gipuzkoa ELKARTU. Su objetivo es evaluar el nivel de exclusión de productos y servicios que provoca el proceso de envejecimiento de las personas. Su principal característica es poder cuantificar el grado de exclusión y, de este modo, replantear el diseño en base a las capacidades que son necesarias para utilizar el producto o servicio. Se trata de una herramienta de concienciación ya que, permite reflexionar sobre la importancia de tener en cuenta las capacidades de las personas a la hora de diseñar. Tras seleccionar un producto o servicio a evaluar e indicar su nombre, hay que descomponer, en 4 pasos, las acciones necesarias para utilizarlo (Ejemplo: si seleccionamos una máquina expendedora, las acciones serían: desplazarse hasta el lugar, elegir y seleccionar el producto, pagarlo y adquirirlo). Posteriormente, se va preguntando, para cada uno de los cuatro pasos, las demandas de uso y desempeños necesarios del producto o servicio. Cada una de estas acciones está en una pestaña diferente e identificada con un pictograma. Para facilitar el análisis, se indican preguntas precisas y con ejemplos tales como, “¿Para poder utilizar este producto es necesario hacer algo similar a comprender un texto escrito o expresarse a través del mismo?” Las preguntas están también acompañadas de un pictograma que apoya su significado. Tras responder un total de 72 preguntas concretas se obtiene la evaluación de inclusión. El sistema no permite rellenar de manera desordenada las preguntas. El orden es estricto y no se permite dejar en blanco ninguna opción. Una vez completadas todas las preguntas, la herramienta devuelve los datos de exclusión, indicando dos valores concretos: el porcentaje de exclusión general y el nivel de exclusión en cada paso. El porcentaje de exclusión general indica el porcentaje de población, así como el número de personas excluidas. Por ejemplo, excluye al 3,82% de la población, exactamente 1.679.005 personas. Además, señala el componente del desempeño ocupacional relacionado con el paso concreto del uso del producto o servicio que potencia más la exclusión. Por ejemplo, en el caso de uso de un pastillero, las características relacionadas con la Destreza y con el paso Introducir las pastillas serán las más críticas. A continuación, descompone los datos en porcentaje y número total de personas, que no pueden utilizarlo, tienen mucha dificultad y tienen alguna dificultad de uso. Por último, se muestra un esquema de población excluida dividida por sexo y edad. Para el nivel de exclusión en cada paso, se asignan los porcentajes y cifras de población correspondientes a los pasos indicados de manera gráfica. Además, permite navegar por las pestañas que indican los componentes del desempeño ocupacional para conocer el porcentaje y número total de exclusión relacionado con cada uno de ellos, segmentando por sexo y edad. INKLUGI ofrece una posibilidad de reflexión durante el proceso de creación y contribuye a que la innovación dé lugar a productos y servicios más inclusivos, amigables y usables.

La necesidad de eliminar dificultades en el pago obliga a convertir en accesibles las máquinas expendedoras

Las máquinas expendedoras, o de vending, tienen que adaptarse a la directiva europea que insta a los fabricantes a poner a disposición de sus clientes más de un canal sensorial para poder, por ejemplo, proporcionar información visual y táctil o visual y auditiva para indicar el lugar exacto en el que introducir una tarjeta. El objetivo de esta directiva es que las personas ciegas o sordas no encuentren dificultades a la hora de usar un terminal de pago o cualquier servicio. Como ya sucede en las calles,  los edificios públicos, la información en Internet, etc., los medios de pago tienen que adaptarse a las necesidades de ciertos colectivos, un cambio que también afecta a los pagos autoservicio y, por tanto, a aquellos que se encuentran en las máquinas expendedoras o en las expendedoras de billetes del transporte público. “Los requisitos de accesibilidad apropiados también deberían aplicarse a los métodos de identificación, firma electrónica y servicios de pago, ya que son necesarios para concluir las transacciones bancarias del consumidor”, señala concretamente la directiva europea. Una directiva que, además, hace hincapié en determinados aspectos relacionados con la accesibilidad de todos los productos incluidos en la misma. Fuente: PUNTODIS
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