Accesibilidad en las playas
Este verano en el que todavía hay cierta incertidumbre, y tenemos que planear nuestras vacaciones en función de la fecha de vacunación, los miles de kilómetros de playa que recorren nuestro país están siendo uno de los principales atractivos a la hora de elegir destino. Pero más allá de otros atributos, la información sobre accesibilidad resulta esencial para muchas personas a la hora de elegir el mejor sitio para disfrutar de sus vacaciones.
La accesibilidad de las playas comprende elementos tanto físicos, como de información, servicios y de personal, pero esta información que puede ser crucial, en muchos casos no se encuentra fácilmente.
En la guía de playas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico podemos ver fichas con información sobre todas las playas de España con datos como el tipo de playa, el transporte, o los aspectos físicos y ambientales, pero específicamente sobre accesibilidad solo se hace referencia en el apartado de Accesos donde con un “sí” o un “no” se califica el “Acceso discapacitados”. Esta información no ofrece en detalle la información necesaria para saber si las características que ofrece la playa se ajustan a nuestras necesidades.
Y no solo las carencias se encuentran en la información mostrada previa a la visita, sino que la accesibilidad de las playas todavía requiere cierto trabajo. De hecho en el “Observatorio de Accesibilidad Universal de Turismo en España” en el que se analizaron 50 de las playas más populares, se extrajeron algunos datos como que el 48% de las playas no tenía espacios de sombra adecuados y el 36% no disponía de material accesible de baño en préstamo, como sillas anfibias o muletas, el 62% de las playas cuenta con aseos adaptados, aunque la accesibilidad de estos no siempre es total, además de estar condicionados, en muchos casos por la estacionalidad como otros servicios o que el 50% de las playas cuenta con personal formado en atención a personas con discapacidad.
Esto significa que la accesibilidad debe ser tratada como un tema en el que seguir trabajando para incrementar la calidad de nuestras playas, tal y como certifican las Banderas Azules. Esta distinción establece y garantiza unos estándares elevados en la calidad de las aguas de baño, la seguridad, la gestión ambiental y la información y educación para la sostenibilidad, incluyendo para ello criterios de accesibilidad.
Fundación ONCE colabora con la Fundación Europea de Educación Ambiental, institución que otorga estos reconocimientos, estableciendo las pautas que aseguran la accesibilidad y seguridad a personas con discapacidad en las playas, adaptándolas este verano a las pautas de seguridad que la situación exige. Este año, 615 playas han sido reconocidas con la Bandera Azul, cumpliendo por lo tanto con los requisitos establecidos de accesibilidad, higiene y seguridad.
Por lo tanto, la accesibilidad del espacio, así como la información que se ofrece sobre ella son elementos esenciales para que muchas personas puedan organizar con libertad sus vacaciones, suponiendo un beneficio tanto para ellos como para las zonas receptoras.