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Cinco finalistas optan al premio al mejor videojuego accesible de Fundación ONCE

Finalistas de los premios Indie al premio al Mejor Videojuego Accesible

Un total de cinco finalistas optan al premio al Mejor Videojuego Accesible que otorga Fundación ONCE en el marco de la IV edición del concurso nacional ‘Indie Games Málaga’.

Las propuestas elegidas son: ‘Bigger than me’ (Jaén), de Dead Pixel Games; ‘Clouzy’ (Getafe. Madrid) de Tinymoon; ‘Locked Out Memories’ (Valencia), de No Fear Games; ‘Luto’ (Las Palmas. Canarias), de Broken Bird Games, y ‘OnCortex Pro’ (Badajoz. Extremadura), de Anzcade Games.

Con este reconocimiento al mejor videojuego accesible, Fundación ONCE y el Polo Nacional de Contenidos Digitales pretenden impulsar el desarrollo de videojuegos inclusivos que incorporen la temática de la discapacidad y tratar así de sensibilizar, concienciar y normalizar la percepción que tiene la población general sobre el colectivo de personas con discapacidad.

En esta edición, los Indie Games llegan a Málaga con varias novedades, como la creación de una zona demo, donde el público general podrá probar los videojuegos finalistas de cada categoría, o la celebración de una jornada técnica para abordar algunos aspectos de la industria. Además, por primera vez también se realizarán encuentros entre los estudios finalistas de videojuegos e inversores.

Estos premios son una iniciativa del Ayuntamiento de Málaga, a través del Polo Nacional de Contenidos Digitales, ubicado en Tabacalera, destinada a dar visibilidad a la industria independiente del videojuego en España y fuera del país y a premiar a las mejores iniciativas.

En esta ocasión cuenta con patrocinadores de alto nivel de la industria como Uptodown, el Ministerio de Cultura y Deporte, Fundación ONCE, Product Madness, Viva Games y Kaiju, así como con la colaboración de la Universidad de Málaga, la Diputación provincial de Málaga, OWO, la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), la Asociación Española de Desarrolladores (DEV), la asociación GayMer, Málaga Jam, Brantor y EVAD. Como media partner, vuelve a contar con el apoyo de Málaga Hoy y Hobby Consolas, así como con Cervezas Victoria como party partner.

Después de tres ediciones con las que se ha consolidado la cita como referente en el sector, crece para posicionarse como un punto de encuentro de la industria del videojuego alternativo, incorporando otras actividades a la presentación de finalistas y la gala de entrega de premios.

Es el caso de la jornada técnica que tendrá tres mesas redondas en las que se hablará sobre inversión, el futuro de los videojuegos (cuáles serán las tendencias del sector en 2023) y sobre las necesidades específicas del sector indie.

Además, habrá una zona demo donde cualquier usuario podrá probar los videojuegos finalistas y una zona expositiva para entrar en contacto con las marcas colaboradoras del certamen.

Por último, este año se organizarán encuentros bilaterales entre los estudios finalistas e inversores interesados en captar talento de la industria indie.

Todo esto sucederá el próximo día 4 de noviembre durante la mañana, para celebrar por la tarde la gala de entrega de premios en las cuatro categorías establecidas (Mobile, PC/consolas, Xr/Tech y Accesibilidad) y el accésit al mejor videojuego.

Los ganadores serán seleccionados por un jurado profesional conformado por 13 miembros del sector: Kike García, de Fundación ONCE; Curro Rueda, CEO de Viva Games; Arturo Monedero, de AEVI; Antonio Quirós, coordinador del Polo de Contenidos Digitales; Raquel Alcázar, de The Game Kitchen; Luis Oliván, de Fictiorama; Elena Blanes, CEO de Stega; David Martínez, de Hobby Consolas; Olga Reus, presidenta de la asociación New Gaming Spain; Lucía Herreo, presidenta de la asociación Málaga Jam; Tali Tzukerman, de Products Madness; Rául Rosso, de Uptodown, y Rodolfo Tiessler, de Brantor.

Fuente: Fundación ONCE

Dos españoles seleccionados para la misión AstroAccess, con el objetivo de formar astronautas con discapacidad

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“Si Podemos hacer accesible el espacio, podemos hacer accesible cualquier espacio”, es el lema de la misión AstroAccess, una iniciativa que vio la luz hace un año en EEUU y que desarrolla ciencia para conseguir que personas con discapacidad puedan convertirse en astronautas.

El espacio es la siguiente frontera, a día de hoy tan sólo unos pocos exploradores se han aventurado por encima de la línea de Kármán (100 km de altitud), que marca la división entre La Tierra y el resto del universo. Sin embargo, esto está cambiando deprisa; gracias al abaratamiento en los costes de operación y al aumento de la fiabilidad de los vehículos lanzadores, compañías privadas como Blue Origin o Virgin Galactic ya realizan vuelos comerciales por encima de la estratosfera, posibilitando que cada vez más personas tengan la oportunidad de viajar al espacio sin ser astronautas profesionales. Es sólo el comienzo. La democratización del espacio ha llegado.

“El espacio no está ahí para un país o civilización, el espacio es para toda la humanidad. Tarde o temprano, el acceso al espacio será general, y los vehículos, hábitats y procedimientos que se empleen deberán estar concebidos bajo los estándares del diseño universal, para todas las personas, incluyendo aquellas con cualquier tipo de discapacidad”, afirma Gabriel Barroso de María, ingeniero toledano de treinta y nueve años, que lleva trabajando catorce años en AIRBUS DEFENCE AND SPACE y que aglutina centenares de horas de vuelo en aviación ligera, a pesar de ser usuario de silla de ruedas debido a una lesión medular.

José Luis de Augusto Gil también cuenta con una dilatada experiencia en AIRBUS DEFENCE AND SPACE como ingeniero de ensayos en vuelo; el sevillano de treinta y nueve años es además piloto comercial e instructor de vuelo, y fue preseleccionado dentro del programa “Parastronautas” de la Agencia Espacial Europea. “En el espacio cualquier persona es una persona con discapacidad”, comenta. José Luis utiliza igualmente una silla de ruedas tras un accidente durante un vuelo de prueba en 2015. “En ingravidez no hacen falta sillas para moverse”, concluye.

José Luis y Gabriel son dos apasionados de la aviación y el espacio, miembros ambos de Las Sillas Voladoras, asociación que fomenta la actividad aeronáutica para personas con discapacidad. No dudaron en presentarse como candidatos a este proyecto, y resultaron entre los veinticuatro finalistas escogidos entre aplicantes de todo el mundo. La Misión AstroAccess realizará experimentos en gravedad cero durante vuelos en el avión Zero-G. José Luis fue seleccionado para ser uno de los doce tripulantes del vuelo, los llamados Embajadores, que llevarán a cabo los experimentos en un entorno real de ingravidez, mientras que Gabriel estará a cargo de liderar uno de los experimentos y el plan de vuelo desde tierra.

Cualquier actividad humana en el espacio es un desafío, pero a base de investigación se han logrado soluciones que permiten a seres humanos vivir permanentemente fuera de nuestro planeta. El proyecto AstroAccess desarrolla conocimiento técnico no sólo para que las personas con discapacidad puedan viajar al espacio, sino que sus resultados contribuyen de manera directa al conjunto de la carrera espacial. No en vano, en el proyecto se han involucrado científicos de entidades como la Universidad de Standford, el Instituto tecnológico de Massachussets (MIT) o la NASA.

Este será el segundo vuelo del proyecto, tras el éxito inaugural meses atrás, en el que personas con distintos tipos de discapacidades pudieron experimentar la sensación de flotar en el aire y de recabar datos para futuros ensayos. El vuelo de 2022 está planificado para diciembre en Houston, Texas, desde donde, próximo al Centro Espacial Johnson, despegará el Boeing 727 G-Force One, una aeronave especialmente dedicada a generar gravedad cero en su interior realizando una serie de maniobras en forma de parábola. Están previstas unas veinte parábolas que otorgarán alrededor de diez minutos de ingravidez, durante los cuales se probarán varios experimentos actualmente en desarrollo por los equipos de AstroAccess.

La Tierra es la cuna de la humanidad, pero la humanidad no puede estar siempre en la cuna”, exponía el mítico Carl Sagan en una de sus más célebres frases. La supervivencia de nuestra especie está inevitablemente ligada a nuestra capacidad de progreso.

Fuente: Sillas Voladoras

Un paso más a la accesibilidad: El proyecto Euphonia de Google en su investigación del reconocimiento automático del habla se amplía a nuevos idiomas, entre ellos el Español

En 2019, Google comenzó a trabajar en el Proyecto Euphonia, una iniciativa de investigación que tiene como objetivo que el reconocimiento de voz sea más accesible para las personas con discapacidades del habla.

El propósito de este proyecto es que las computadoras sean capaces de reconocer patrones de habla más diversos y puedan ayudar a proporcionar más recursos para las personas con discapacidades y dificultades del habla en su vida diaria.

Para llegar a ello, el gigante amplía su investigación a idiomas más allá del inglés, comenzando con pilotos en francés, hindi, japonés y español.

Los voluntarios que participan desde el lanzamiento de la investigación han contribuido con más de 1.600 horas de muestras de habla, creando el conjunto de datos de habla desordenada más grande conocido en el mundo.

Esta investigación también ha ayudado a lanzar el ‘Proyecto Relate’, una aplicación para Android disponible en la actualidad, solo en inglés, que permite a las personas acceder a un modelo personalizado que ayuda a hacer la comunicación más accesible.

Para lograr este avance en la accesibilidad, Google destaca: «Si a tu teléfono, computadora o dispositivo inteligente le resulta difícil responderte, o a las personas que acabas de conocer les cuesta entenderte, considera contribuir con este esfuerzo de investigación registrándote a través de nuestros formularios de interés en francés, hindi, japonés y español».

Si quieres participar puedes hacerlo a través del formulario en castellano.

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