Plataforma para el impulso de la accesibilidad universal

Fundación ONCE y la OIT presentan un estudio sobre la economía digital inclusiva para las personas con discapacidad

Fundación ONCE y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de la Red Mundial de Empresas y Discapacidad, presentan el estudio ‘Hacia una economía digital inclusiva para las personas con discapacidad’ donde se alerta sobre el riesgo de exclusión de las personas con discapacidad en la ‘economía digital’. El trabajo se ha desarrollado en el marco de la iniciativa Disability Hub Europe, que lidera Fundación ONCE con el apoyo del Fondo Social Europeo. Según recoge el documento, el objetivo de esta publicación es concienciar sobre el impacto que un mundo laboral digital tiene en las personas con discapacidad e identificar las acciones necesarias para dar forma a un futuro del trabajo más inclusivo desde la perspectiva de la discapacidad. El estudio se presenta en el marco de la Conferencia 2021 de Zero Project, que cada año se celebra en Viena. En esta ocasión tendrá lugar de manera virtual del 10 al 12 de febrero bajo el lema ‘Empleo y TIC’. Los principales impactos de esta revolución tecnológica en el mundo laboral que se exponen en esta publicación son: la creación de nuevos puestos de trabajo, la obsolescencia de ciertas ocupaciones, los cambios en los puestos de trabajo tradicionales y en los procesos de contratación, así como el crecimiento de formas de trabajo disruptivas. “Este nuevo escenario del mundo del trabajo trae consigo oportunidades sin precedentes para la inclusión de las personas con discapacidad en el mercado laboral, pero también conlleva numerosas barreras digitales”, advierte. Por un lado, las herramientas digitales permiten a las personas con discapacidad acceder directamente a oportunidades de empleo a través de plataformas de contratación en línea. Entre otras oportunidades, estas herramientas también pueden apoyarles en sus tareas diarias en el lugar de trabajo. Sin embargo, si no poseen las competencias necesarias, si las TIC se encuentran fuera de su alcance o si las herramientas digitales no son accesibles, las personas con discapacidad no se beneficiarán de estas oportunidades y, por tanto, corren el riesgo de quedarse atrás. El estudio ‘Hacia una economía digital inclusiva para las personas con discapacidad’, identifica las principales palancas para asegurar un mercado laboral digital inclusivo: Garantizar la accesibilidad para las personas con discapacidad; promover las competencias digitales entre las personas con discapacidad, y promover el empleo digital de las personas con discapacidad. “Es fundamental que las personas con discapacidad adquieran nuevas capacidades y mejoren sus competencias. También es importante garantizar que las iniciativas para fomentar el empleo digital incluyan a este colectivo”, recalca. Para hacer frente a estos retos y superar las barreras, el documento ‘Hacia una economía digital inclusiva para las personas con discapacidad’, apela a la participación de los principales grupos de interés. A la Administración pública le reclama estrategias, normativas e iniciativas relacionadas con el mundo digital inclusivas. También que promueva la disponibilidad de datos desglosados en materia de discapacidad y digitalización. Por su parte, al sector empresarial le anima a incluir a las personas con discapacidad en los programas de adquisición de talento y que garantice políticas de teletrabajo inclusivas, entre otras cuestiones. Por lo que respecta a la industria digital, le señala la necesidad de estandarizar un enfoque de Diseño Universal para los productos y servicios digitales. También incluye propuestas para el entorno académico, las organizaciones sindicales y patronales y a las propias personas con discapacidad y sus organizaciones participantes y subraya que “solo a través de la colaboración y las alianzas entre los grupos de interés pertinentes se puede lograr un mercado laboral digital inclusivo que no deje a nadie atrás”. Fuente: Discapnet

Emprendimiento con impacto social

El pasado 17 de diciembre tuvo lugar el último Foro de Expertos en Accesibilidad del 2020. El evento contó con la participación de diversos expertos en emprendimiento con impacto social y estuvo moderado por Carlos Sánchez Martín, ingeniero y coordinador del programa de emprendimiento de la Dirección de Accesibilidad Universal e Innovación de la Fundación ONCE. La charla estuvo dividida en dos bloques. El primero trató sobre iniciativas de apoyo a empresas o proyectos y el segundo sobre financiación. Sánchez empezó resumiendo las líneas de apoyo que tiene la Fundación ONCE para el emprendimiento con impacto social. En primer lugar, un proyecto cofinanciado por el Fondo Social Europeo que tiene el objetivo de proveer asistencia a personas con discapacidad interesadas en montar un negocio a través de ayudas a fondo perdido. Por otro lado, se ofrece  reconocimiento a las mejores iniciativas y acciones en el campo de las tecnologías aplicadas a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad a través de los Premios Discapnet, cuya convocatoria estará abierta hasta el 15 de febrero. Y la otra iniciativa es la  plataforma de aceleración Espacia que identifica soluciones o proyectos que cubran una necesidad. Esta iniciativa también ofrece servicios de asesoramiento durante un año. En el primer bloque sobre iniciativas de apoyo a empresas participaron Javier Martínez, director ejecutivo de la Fundación Ship2B y Alberto Tornero, que es el director del Área de Empresas de Alto Potencial de PWC. Martínez, por su parte, explicó que la organización que dirige se dedica a acelerar startups con impacto social, es decir, cuyo objetivo no solo sea la rentabilidad económica sino también que tenga un impacto en lo social y medioambiental. “Al acelerar startups nosotros generamos proyectos con base tecnológica y sobre todo que sean escalables, es decir, que puedan crecer por simultáneo o por separado”, explicó Martínez. Asimismo, añadió que por un lado preparan a la empresa para la adquisición de inversores y por el otro para cerrar alianzas con grandes corporaciones y organizaciones. Según Martínez, Ship2B se enfoca en buscar soluciones para personas mayores o con discapacidad y en trabajar en nuevos nichos de mercado y en cómo llegar al cliente. Tornero, por su parte, explicó que su labor consiste en acelerar a pequeñas empresas e identificar las necesidades que puedan tener. Por ejemplo, identificar necesidades de modo que puedan desarrollar un plan de acción efectivo, entre otras actuaciones. Ambos expertos incidieron en la necesidad de que haya datos del consumo del colectivo de personas con discapacidad. El segundo bloque contó con Laura Formosa, responsable de Consultoría de Impacto de La Bolsa Social y Josep Mora, Impact Investment Associate de Ship2B. Ambos expertos describieron las diferentes iniciativas sobre financiación, como, por ejemplo, equity crowdfunding y equity for good que se enfoca en educación, medio ambiente y tecnología asistencial. De igual forma, analizaron las características y criterios que ha de tener un proyecto de impacto para optar a dichas inversiones. El Foro de Expertos de la Fundación ONCE se reanuda el 14 de enero. Si te has perdido el último evento, puedes verlo en la siguiente lista de reproducción, en el canal de Youtube de Fundación ONCE, igual que todos los eventos anteriores.

Recomendaciones para escoger una silla de oficina en casa

En Fundación ONCE existe un servicio de asesoramiento para la adaptación de puestos de trabajo para personas con discapacidad. También hay disponible un banco de productos de apoyo, a través del cual se prestan adaptaciones, durante un tiempo determinado, a las entidades para que puedan comprobar cuáles son más adecuadas para sus trabajadores. Una de las consultas más frecuentes en este servicio es cómo escoger una silla de trabajo para el domicilio. En un entorno de oficina, se indica que la silla debe tener el máximo número de sistemas de regulación. Esto es debido a que muchas veces los puestos son compartidos, y a que, en ocasiones, las medidas de la persona requieren adaptaciones que no incluyen las sillas menos completas. Sin embargo, cuando se trata de escoger silla en el domicilio, algunas de estas regulaciones no son necesarias, siempre y cuando los parámetros se ajusten a las necesidades y medidas antropométricas de la persona. Si se configura un puesto de trabajo desde el principio, lo idóneo es escoger la silla y luego regular la altura de la superficie de trabajo, pero las mesas regulables en altura no son frecuentes en un domicilio. Por eso, el primer paso es medir desde el suelo a la parte superior del tablero de la mesa. Esa distancia va a determinar varios parámetros de la silla. La regulación en altura del asiento de la silla es imprescindible. La altura del asiento debe ser tal, que los pies queden completamente apoyados en el suelo, con las rodillas a 90º, mientras que la cadera puede estar en un ángulo algo más abierto. No obstante, si la superficie de trabajo no es regulable, es muy posible que la altura se determine teniendo en cuenta que los antebrazos deben poder apoyarse sobre la mesa manteniendo una flexión de codos de 90º. Si tras hacer esto los pies se queden sin apoyo, será necesario utilizar un reposapiés. La siguiente regulación que conviene tener en cuenta, es la altura del reposabrazos. Lo ideal es que éstos queden a ras de la superficie de trabajo de manera que permitan apoyo total del antebrazo, manteniendo el ángulo de 90º ya mencionado. De este modo, los hombros quedarán apoyados en el respaldo. Sin embargo, muchas personas apoyan el antebrazo, pero sobre la mesa. Esta postura no es totalmente incorrecta, pero los hombros no tendrán tan buen soporte como en el caso anterior. La posibilidad de tener una silla cuyo respaldo y asiento basculen es recomendable, ya que permitirá cambios posturales que alivian la presión. Las regulaciones de profundidad de asiento y altura de respaldo no serán necesarias siempre y cuando se haya comprobado que la silla se adapta a la persona. En el primer caso, la profundidad debe permitir el apoyo completo del muslo dejando libre una zona de unos 5cm desde el hueco poplíteo, que es la parte posterior de la rodilla. El respaldo debe llegar a la altura de los hombros. Respecto a la forma del respaldo, material, etc. se recomienda probar diferentes opciones para comprobar cual resulta más confortable para cada persona. Por lo tanto, al escoger una silla de oficina para el domicilio, hay que tener en cuenta, las siguientes características:
  • Silla con regulación en altura
  • Apoyo total de los pies sobre el suelo o sobre un reposapiés
  • Apoyo de los antebrazos sobre los reposabrazos o en su defecto, sobre la superficie de trabajo. Manteniendo un ángulo de 90º
  • Profundidad del asiento suficiente para que quede apoyado el muslo completo excepto una zona de unos 5cm previa al hueco poplíteo
  • Respaldo a la altura de los hombros
En caso de que la persona tenga una patología musculo esquelética, dolor crónico o cualquier otra circunstancia especial, es recomendable acudir a un especialista que le ayude a determinar el mejor tipo de silla.
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