Observatorios en materia de accesibilidad

¿Cómo gestionar la accesibilidad en bares y restaurantes?

El pasado 25 de marzo, tuvo lugar la presentación de la guía “¿Cómo gestionar la accesibilidad? Bares y Restaurantes”, un proyecto llevado a cabo por la Fundación ONCE en colaboración con Hostelería de España (CEHE) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi). El objetivo de esta guía es poner a disposición de los hosteleros las recomendaciones y consejos prácticos de cara a que sus negocios sean accesibles a cualquier persona, aumentando el número de clientes potenciales de su negocio. Nuestro objetivo es hacer ver a todos los dueños de bares y restaurantes de este país, que ofertar un servicio “accesible”, es ofrecer un servicio de calidad, que beneficia no sólo a las personas con discapacidad temporal o permanente, sino a toda su clientela. De este modo, todas las personas podrán acceder, transitar, informarse, consumir y disfrutar de la experiencia en condiciones de igualdad, seguridad y autonomía. Se trata de facilitar a los empresarios la labor de hacer accesibles sus establecimientos, ofreciéndoles información sobre el marco normativo vigente, además de darles la visión necesaria para que entiendan las necesidades de la clientela con discapacidad cuando quieren acceder a sus negocios. Queremos que el desconocimiento o falta de información deje de ser un obstáculo para que incrementen el nivel de accesibilidad en sus instalaciones o servicios prestados. A modo de ejemplo, se les dará recomendaciones sobre cómo han de ser las plazas de aparcamiento reservadas para PmR, si disponen de ellas, sobre los itinerarios de acceso, ubicación y disposición de terrazas, cómo ha de ser el mobiliario, disposición de mostradores y barras, aseos adaptados, etc y por supuesto los sistemas de información y formación del personal. Las personas con discapacidad, al igual que el resto de personas, quieren poder volver a hacer su vida normal y en esta vida normal está el poder ir a los bares y restaurantes. Para que los hosteleros reciban a esta clientela es necesario que implementen la accesibilidad en su estrategia de negocio. Si lo hacen, ampliarán su público objetivo y esto significará un mayor beneficio para sus negocios. Un beneficio económico que, en estos tiempos tan duros para todo el sector, será seguro bien recibido. En esta guía, no sólo estarán las recomendaciones ya comentadas, sino las pautas a tener en cuenta para volver a estos establecimientos en condiciones de seguridad en tiempos de pandemia. Así los bares y restaurantes que forman parte de nuestra vida, no sólo serán accesibles, sino que deberán ser también seguros. La guía se puede descargar a través de este enlace.

Fundación ONCE y Cermi presentan un manual para ayudar a España a transponer la Ley Europea de Accesibilidad

Fundación ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) han elaborado un manual para ayudar a España a transponer la Ley Europea de Accesibilidad, que pretende mejorar el funcionamiento del mercado interior de productos y servicios digitales para garantizar que sean accesibles, y que los Estados miembros deberán incorporar a sus ordenamientos jurídicos antes de julio de 2022. La norma, que entró en vigor en junio de 2019, fija nuevos requisitos mínimos de accesibilidad en toda la UE para productos y servicios tales como móviles, tabletas, ordenadores y sus sistemas operativos, televisores inteligentes o cajeros automáticos, entre otros, con el fin de reforzar el derecho de acceso a ellos de las personas con discapacidad. De esta forma, se pretende que la nueva revolución digital sobre la que se están basando las economías de los países desarrollados no produzca la exclusión de las personas con discapacidad, especialmente en este periodo de reconstrucción económica en el que la Comisión Europea está tratando de construir un modelo económico digital y sostenible. El texto, al ser una directiva, establece objetivos vinculantes de accesibilidad, pero deja a los Estados miembros de la Unión Europea decidir cómo quieren alcanzarlos, es decir, introduciendo una nueva legislación nacional o actualizando la existente para cumplir con la directiva. Desde esta perspectiva, Cermi y Fundación ONCE han elaborado un documento tomando como base otro del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF) que pretende “brindar a los defensores de la discapacidad herramientas y propuestas para impulsar una legislación nacional sólida y una implementación adecuada que cumpla con la Ley Europea de Accesibilidad”. En este sentido, las dos entidades piden al Gobierno que vaya más allá y aproveche la transposición de la directiva para mejorar aspectos relacionados con la accesibilidad de productos y servicios que no recoge la norma europea, pero que son importantes para las personas por afectar a ámbitos como la construcción, la salud o la educación. Asimismo, sostienen que esta ley europea que nuestro país debe convertir en legislación nacional representa una oportunidad única para avanzar en el compromiso con la inclusión al que España se ha obligado al ratificar la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Además, consideran que en el mundo de la transformación digital y ante el peligro real provocado por la brecha digital, se presenta una gran oportunidad para favorecer la accesibilidad universal y con ello la inclusión avanzando en aspectos clave relacionados con la accesibilidad del 112, los sistemas multicanales de atención al cliente, la exigencia de accesibilidad en temas esenciales que el Cermi viene reivindicando desde hace tiempo, vinculados a la infraestructura y los servicios de transporte, los servicios bancarios, la vivienda, los electrodomésticos o los servicios turísticos y los derechos de las personas con discapacidad consumidoras. “Desde nuestro papel como sociedad civil seguiremos colaborando con el legislador para que este proceso de transposición responda a las necesidades de las personas con discapacidad y sus familias”, concluyen Cermi y Fundación ONCE. Fuente: SERVIMEDIA

Claves para lograr un ocio inclusivo

El artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”. Este ocio se concreta en todo tipo de actividades, ya sean deportivas o culturales que, además de ayudar al descanso de las personas, colaboran en su bienestar físico y psicosocial. Es decir, el ocio debe entenderse como una experiencia humana y un fenómeno social.

“Las condiciones en las que debe realizarse el ocio deben satisfacer estas necesidades, no solo las que tienen que ver con el aspecto físico de la persona, sino también con el afectivo. Sin embargo, nos encontramos en una sociedad en la que este tipo de actividades aun discriminan a algunos colectivos, especialmente aquellos que tienen alguna discapacidad y que les obligan a renunciar en muchos casos a actividades que les resultan satisfactorias”, ha explicado Aurora Madariaga, directora de la Cátedra de Ocio y Discapacidad en la Universidad de Deusto, durante la segunda jornada de los Encuentros de la Cátedra de Estudios sobre Deporte Inclusivo (CEDI): ‘Dibujando el camino a los Juegos Inclusivos 2020’, que se organizan junto a Fundación Sanitas.

Es preciso promover un ocio humanista capaz de empoderar a las personas y las comunidades en las que viven. Este proceso solo se puede lograr a través del fomento de la participación, la cohesión social y el desarrollo económico.

Para lograr que el ocio sea inclusivo y exista un cambio cultural se necesitan algunos requisitos:

  • Desde la infancia. Es importante incorporar experiencias de ocio inclusivo desde edades tempranas, ya sea en parques, polideportivos, museos o los propios centros educativos.
  • Atención especial a las mujeres. Las mujeres con discapacidad suelen ser víctimas de una doble discriminación, por lo que es imprescindible incorporarlas de manera explícita en las políticas y medidas de igualdad que se pongan en marcha.
  • Envejecimiento saludable. Los mayores pueden alcanzar elevados grados de dependencia y no por ello renunciar al ocio. Las actividades deben ser adaptadas a su situación, así como a garantizar unas relaciones interpersonales de calidad. Desde Sanitas Mayores, por ejemplo, se trabaja en la protección de las capacidades cognitivas de los residentes, así como en la aplicación de distintas terapias ocupacionales que ayudan en su desarrollo con el fin de garantizar un proceso de envejecimiento activo.
  • Creación de entornos accesibles. De nada sirven las distintas actividades si los espacios no están adaptados y permiten su uso al conjunto de la población. Entre estas prácticas se deben incorporar accesibilidad física, pero también señalización táctil y sonora, accesibilidad cognitiva a través de cartelería de comprensión fácil y, lo más importante, formación al personal de los distintos centros de ocio acerca de las necesidades de cada individuo.
  • Autodeterminación. En última instancia el acceso al ocio debe partir de la total libertad, es decir, que cada persona debe decidir sobre aquella actividad que quiera realizar. El ocio debe garantizar un tiempo de diversión y distensión y solo será eficaz si se realiza sin imposiciones ni límites.

Solo mediante la aplicación de medidas que respondan a sus necesidades y destinadas a garantizar la inclusión, estos colectivos tendrán la capacidad real de acceder y participar en el ocio.

De este dependerá su desarrollo y bienestar social en el futuro.

Fuente: TODODISCA