Observatorios en materia de accesibilidad

¿Cómo afecta la contaminación visual a la accesibilidad?

La contaminación visual es todo aquello que afecta o perturba la visualización de un determinado espacio (bien sea en un edificio o en el entorno urbano), dificulta la correcta comprensión del mismo y rompe la estética. Es el resultado de un abuso sin control de elementos “no arquitectónicos” que invaden el entorno construido con una sobresaturación de información y aportando una sensación de desorden y suciedad.

Desafortunadamente, esta situación se hace cada vez más notable. Es cierto que hay contaminaciones más peligrosas, pero la contaminación visual, aunque es la más visible es la que menos nos preocupa y uno de los males que más nos afecta de manera inconsciente.

Día a día las calles de nuestras ciudades se llenan de carteles, vallas publicitarias, antenas, cables, mobiliario urbano, etc. que afectan a la seguridad vial y distorsiona y estresa a los viandantes. Lo mismo ocurre en los edificios, sobre todo, los de uso público como los hospitales, centros de salud o las oficinas municipales, donde los carteles, señales y papeles con información y mensajes se agolpan en las paredes o pegados en las puertas y en los vidrios de los puntos de información provocando caos y desconcierto.

Si la información persigue transmitir un mensaje desconocido de manera clara y concreta y reducir la indecisión frente a una elección a un usuario, utilizando como herramienta la señalética, una disposición excesiva, mal estructurada y desordenada, surte el efecto contrario. Esto se agrava si consideramos la diversidad de las personas, que pueden presentar movilidad reducida, dificultades de comprensión, localización, comunicación o visión incluso miedo, nerviosismo o vergüenza.

Agravado por la actual pandemia la señalización se multiplica en los edificios y locales de forma impulsiva y atropellada, con el fin de dar instrucciones, organizar y definir recorridos y espacios bajo criterios de seguridad, pero se vuelve a olvidar la accesibilidad teniendo consecuencias negativas y generando un fuerte impacto emocional. El principal impacto emocional de una mala señalización, además del estrés y la desorientación, es que los usuarios se agobian y quieren pasar el menor tiempo posible en ese espacio.

También hay otros aspectos que forman parte de la contaminación visual, como puede ser el exceso de iluminación, acabados que provocan brillos y reflejos, disparidad de materiales y alturas de colocación de la cartelería, el desorden, papeles y cajas amontonadas, la limpieza o el propio mantenimiento del edificio.

No existe demasiado interés respecto a este tema y es ineludible una concienciación. Abogando por criterios de sostenibilidad, seguridad y accesibilidad se debe prestar especial atención a los aspectos desapercibidos mencionados anteriormente, para conseguir espacios seguros, atractivos y amigables para todas las personas con independencia de las capacidades que posean. Propuestas como protocolos para el uso, diseño y colocación de la señalización, armonía de volúmenes, formas, materiales y colores, la oficina sin papeles, mantener el orden, deshacerse de lo que sobra o un continuo mantenimiento, ayudarán a minorar la contaminación visual en los espacios construidos.

Reflexionemos con la frase de Ludwig Mies van der Rohe: «Menos es más», reducir algo a lo mínimo esencial, todo lo demás disturba.»

La accesibilidad en la nueva ley de Universidades

El ministro de Universidades, Manuel Castells, anunció que la futura Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) incluirá “de forma específica” el reconocimiento de la Lengua de Signos Española (LSE) y de los apoyos a la comunicación oral. Así lo destacó en una intervención telemática durante la presentación del libro ‘Universidad y Discapacidad’ que ha editado el Comité Español de Representantes de personas con discapacidad (Cermi), en la que también participaron el presidente de esta entidad, Luis Cayo Pérez, y la directora de Programas con Universidades y promoción del Talento Joven de Fundación ONCE, Isabel Martínez Lozano. En este diálogo organizado por la agencia de noticias Servimedia, Castells explicó que “ya existe un compromiso por parte de muchas universidades” sobre la accesibilidad para las personas con sordera, pero “ahora se recogerá de forma específica en la ley”. De hecho, el reconocimiento de la LSE y de los apoyos a la comunicación oral es una de las múltiples medidas que el libro del Cermi propone para aumentar y mejorar la participación de los estudiantes con discapacidad en la universidad. El ministro afirmó también que estudiará e intentará elevar al 5% el cupo de reserva para investigadores con discapacidad en las ayudas predoctorales, que actualmente es del 2%. “Vamos a intentar llegar” a este objetivo, afirmó, “siempre que exista un número suficiente de investigadores que cumplan todas las condiciones. En su intervención, el ministro anunció que “en próximas semanas” se publicará el Real Decreto-Ley de Ordenación de Enseñanzas, que recogerá la obligación de reservar el 5% de las plazas de Grado a estudiantes con discapacidad superior al 33% o a aquellos con necesidades educativas espaciales permanentes vinculadas a esta condición. Este texto, que “se convertirá en ley en cuanto se publique”, determinará también la formación en diseño universal o diseño para todas las personas. El ministro agregó que, en su artículo 3, la norma establecerá que los planes de estudio deberán tener como “referente los principios y valores democráticos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en particular el respeto a los principios de accesibilidad universal y diseño para todas las personas, de conformidad con lo dispuesto en la legislación”. Por otro lado, Castells manifestó que algunas de las propuestas del libro ya han sido incorporadas a la normativa española, como el aumento de hasta el 50% en la parte fija de las becas para estudiantes con discapacidad. «Al reconocer que son un derecho subjetivo y eliminar el requisito de la nota (basta con aprobar), hemos beneficiado a un número mucho mayor de estudiantes”, destacó sobre los alumnos con discapacidad. Otra de las reformas ya en marcha tiene que ver con la flexibilización en los requisitos para la acreditación de los doctores con discapacidad. Según Castells, la Agencia Nacional para la evaluación de la Calidad y la Acreditación (Aneca) también “ha incluido en sus procesos que las comisiones y comités tendrán en cuenta y valorarán aquellas condiciones especiales que afectan a los criterios de evaluación que sean de difícil cumplimiento” para estas personas.“Sobre todo, lo que tiene que ver con las estancias internacionales”, precisó. En este sentido, reconoció la muy escasa participación del colectivo en los programas de movilidad Internacional y señaló que su departamento ha encargado al Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) promover la inclusión de los grupos desfavorecidos, entre ellos los alumnos con discapacidad. Fuente: SERVIMEDIA