Movilidad sostenible y accesible
Los días del 16 al 22 de septiembre se celebra la semana europea de la movilidad , cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las ciudades mediante la promoción y búsqueda de una movilidad más limpia y sostenible.
Cada año, esta semana se enfoca en uno de los problemas más acuciantes de la sociedad como, por ejemplo, la contaminación de las ciudades. Este año, el tema elegido ha sido “Movilidad sostenible, saludable y segura”. De esta forma, se ha puesto el foco en la salud, tanto física como mental vinculada con las formas de desplazarse de forma sostenible.
En los últimos años, ha habido importantes adelantos en el ámbito de la movilidad sostenible y accesible, de hecho durante esta semana se realizan diversas acciones que fomentan la accesibilidad de nuestras ciudades. Sin embargo, este avance no ha estado libre de conflictos. El creciente uso de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en las aceras como, por ejemplo, los patinetes eléctricos o las bicicletas, han contribuido a fomentar el #barrerismo. Muchas personas con discapacidad no pueden moverse libremente por un espacio peatonal debido a la constante presencia de estos y otros obstáculos.
Dado que ambas realidades han de confluir, es necesario involucrar a todas las personas que participan, garantizando así el derecho constitucional de libertad de movimiento, con el objetivo de conseguir una movilidad verdaderamente sostenible.
Recientemente, la consultora Idencity en colaboración con la Fundación ONCE y otras de las principales entidades involucradas en la movilidad de España, lanzó el Índice de Movilidad Sostenible de las Capitales de España (IMSCE) 2020, que analiza a nivel urbano e interurbano la realidad de las ciudades en este ámbito, detectando sus retos y oportunidades.
Según los resultados de este estudio, la media de accesibilidad en la movilidad en las ciudades españolas y sus áreas próximas se sitúa en un 55%. Asimismo, se halló 36 de 52 ciudades participantes (69%) incluyen algún aspecto de la movilidad accesible en su Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Solo 9 de las ciudades valoradas (17%) incorpora una estrategia de supresión de barreras tanto en las infraestructuras como en la red de transporte público y los sistemas de información.
Algunas tendencias como la reducción de uso del vehículo privado, para fomentar un mayor uso del transporte público y de los trayectos peatonales, han de tener en cuenta las necesidades de todas las personas. Se han de garantizar de tal forma las condiciones que lo permitan, a través de una correcta configuración y mantenimiento de las ciudades y sus conexiones que tengan en cuenta las necesidades de todos sus habitantes.
Este estudio pone en evidencia que aún son muchos los esfuerzos necesarios para conseguir una movilidad sostenible y accesible, y que la solución reside en abordar estos retos conjuntamente. En el marco del Sustainable Urban Mobility (SUM) 2021, se presentará la nueva edición de este índice, donde se podrán comprobar los avances en la materia.