El libro blanco de la baja visión en la educación
Situación socioeducativa de las personas con sordera en España
Autoevaluación de la educación inclusiva en centros escolares
Contenidos educativos en lengua de signos española
Accesibilidad a la tecnología en el contexto educativo
El alejamiento de las aulas debido a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, nos ha permitido evidenciar que las nuevas tecnologías nos permiten realizar tareas como el aprendizaje a distancia. También ha puesto de manifiesto que, en algunos casos, esta misma tecnología puede suponer una barrera para algunos colectivos como puede la brecha digital entre profesorado, padres y alumnado. Esta barrera se debe, en parte, a la falta de accesibilidad en la tecnología aplicada, o por la dificultad de acceso a la propia tecnología por motivos económicos o geográficos.
Aunque para algunas personas abrir una cuenta en Google Classroom, realizar una teleconferencia o recibir clases online son tareas cotidianas, no es el caso para todas las personas. Para muchos, entre ellos profesores, alumnos y padres, son experiencias nuevas. La falta de accesibilidad hace que para el colectivo de personas con discapacidad sean particularmente difíciles.
Por ello, para conseguir una experiencia óptima y enriquecedora, hay que tener en cuenta las necesidades específicas de cada alumno y su familia. Se debe procurar, desde la accesibilidad de la plataforma utilizada, que se faciliten contenidos en diversos formatos. Por ejemplo, subtítulos, interpretación en lengua de signos o audiodescripción.
Otro problema que enfrentan muchas personas usuarias de la educación a distancia es la falta de contenidos en lectura fácil. Muchas personas con discapacidad intelectual o con dificultades con el idioma están teniendo muchas dificultades para comprender el contenido y poder cumplir con los deberes en igualdad de condiciones.
Asimismo, se han de adaptar los tiempos, las formas de evaluación, la forma de comunicación entre padres y profesores, para que todos los estudiantes puedan seguir teniendo las mismas oportunidades y puedan continuar su formación sin barreras.
Muchas de estas nuevas formas de relacionarnos y de hacer nuestra actividad diaria habrán llegado para quedarse, al menos, por un tiempo. Cuando la “nueva normalidad” llegue a las aulas, es muy probable que haya un estilo de formación combinada: la presencial y la virtual. Por tanto, es necesario detectar todos aquellos problemas que podamos estar encontrando entre nuestro alumnado para poder darle solución, sin olvidar a los padres y madres con discapacidad, que también forman parte de la comunidad educativa.