El baño asistido es un ejemplo de cómo Cruz Roja utiliza la innovación y la tecnología para mejorar la atención a los más vulnerables, como las personas con movilidad reducida, para que puedan disfrutar del mar con seguridad. La entidad presta este servicio, que ha de ser previamente solicitado, en 57 playas en 33 municipios del litoral español, también en este tiempo de emergencia sanitaria.
“Hemos adaptado nuestros protocolos a la situación generada por la COVID-19, acondicionando los espacios, habilitando zonas limpias y sucias, dotándolos de los recursos técnicos necesarios y formando a nuestro personal en materia de prevención del virus, pero no dudamos en ofrecer este servicio porque está en nuestro compromiso con las personas vulnerables”, indica Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable del Programa de Playas de Cruz Roja.
Los dispositivos de baño asistido consisten en sillas anfibias, muletas (andadoras) y chalecos salvavidas, siempre con el acompañamiento del personal de la entidad.
Este año la novedad es que la iniciativa no se reduce solo a la ayuda durante el baño: en ocho playas dispondrán de zonas especiales habilitadas con ayudas técnicas (silla anfibia, muletas anfibias y andadores), sesiones de movilidad (con fisioterapeutas), zona de ejercicios para el desarrollo de la movilidad (como mancuernas, pelotas y tiras elásticas), zona de masaje y personal de animación con actividades para adultos o niños. Todo ello es posible gracias a la alianza con AXA y los diferentes ayuntamientos.
Fuente: Solidaridad Digital