
La reciente actualización de la Ley de Accesibilidad Universal en España tiene como uno de sus focos principales al sector del transporte, que se enfrenta a nuevos retos y obligaciones. Esta normativa pretende garantizar que todas las personas, independientemente de su capacidad física, sensorial o cognitiva, puedan desplazarse de manera autónoma, segura y digna por todo el país.
La ley obliga a que infraestructuras, servicios y vehículos cumplan con estándares de accesibilidad universal, tanto en el transporte público como en el privado de uso colectivo. Esto incluye autobuses, trenes, estaciones, aplicaciones móviles de información y plataformas de compra de billetes.
Entre dichos cambios figuran la instalación de rampas, ascensores, señalización adaptada y sistemas de audio y braille en estaciones e información accesible en tiempo real para personas con discapacidad sensorial a través de apps y pantallas adaptadas.
Asimismo, la formación del personal en atención a personas con discapacidad es obligatoria y deberán renovar o adaptar vehículos para que cuenten con plazas específicas y accesos adecuados.
Además, se establece una fecha límite de cumplimiento para ciertos servicios y sanciones en caso de incumplimiento.
Fuente: GNdiario