- Ejecutar el programa como se desee, con cualquier propósito.
- Estudiar cómo funciona y poder cambiarlo para que haga lo deseado (implica el acceso al código fuente).
- Redistribuir copias.
- Distribuir copias de versiones modificadas (cualquiera puede beneficiarse de las mejoras).
Accesibilidad y Software libre
La accesibilidad se refiere al diseño inclusivo de productos, dispositivos, servicios o entornos para que puedan ser usados satisfactoriamente por todo tipo de usuarios, sin importar sus capacidades ni los medios que disponen.
Sin embargo, resulta paradójico que la utilización del software implique aceptar unas condiciones de uso concretas, en ocasiones abusivas, que implican medios privativos y caros. Dicho de otro modo, los usuarios deben tener cierta capacidad de decisión y configuración de sus propios equipos para asegurar, al menos con ciertas garantías, que podrán utilizar los dispositivos que necesiten y personalizar la experiencia de uso lo máximo posible.
El problema que existe en la actualidad, teniendo en cuenta el modelo que predomina hoy día, es que las grandes empresas tecnológicas muchas veces disponen sus aplicaciones y herramientas de manera que para usarlas las personas deban aceptar obligatoriamente cláusulas con las que pueden no estar de acuerdo.
Además, en el caso de los usuarios de perfil técnico, el hecho de no tener la posibilidad de modificar el programa para que éste pueda ajustarse a sus necesidades, o simplemente mejorarlo para que la experiencia sea más satisfactoria, supone un claro problema que también choca con la definición de accesibilidad ofrecida.
¿Existe alguna alternativa viable? La verdad es que sí. Se trata del Software Libre, un movimiento que da lugar a toda clase de soluciones tecnológicas manteniendo estas cuatro libertades: