La necesidad de eliminar dificultades en el pago obliga a convertir en accesibles las máquinas expendedoras
Las máquinas expendedoras, o de vending, tienen que adaptarse a la directiva europea que insta a los fabricantes a poner a disposición de sus clientes más de un canal sensorial para poder, por ejemplo, proporcionar información visual y táctil o visual y auditiva para indicar el lugar exacto en el que introducir una tarjeta.
El objetivo de esta directiva es que las personas ciegas o sordas no encuentren dificultades a la hora de usar un terminal de pago o cualquier servicio.
Como ya sucede en las calles, los edificios públicos, la información en Internet, etc., los medios de pago tienen que adaptarse a las necesidades de ciertos colectivos, un cambio que también afecta a los pagos autoservicio y, por tanto, a aquellos que se encuentran en las máquinas expendedoras o en las expendedoras de billetes del transporte público.
“Los requisitos de accesibilidad apropiados también deberían aplicarse a los métodos de identificación, firma electrónica y servicios de pago, ya que son necesarios para concluir las transacciones bancarias del consumidor”, señala concretamente la directiva europea. Una directiva que, además, hace hincapié en determinados aspectos relacionados con la accesibilidad de todos los productos incluidos en la misma.
Fuente: PUNTODIS