Probablemente la mayoría de ustedes haya oído hablar del movimiento Makers, que está imprimiendo en 3D diferentes dispositivos para dotar a sanitarios y otros profesionales de materiales hasta que esté garantizado el abastecimiento de los mismos en España. Sin embargo, existen otras iniciativas basadas en la impresión 3D iniciadas por personas de todo el mundo, que han puesto a disposición diseños de productos cuya finalidad es prevenir el contagio del Coronavirus. En este artículo se dan a conocer algunos y se reflexiona sobre su utilidad.Uno de los hábitos que ha cambiado a la hora de realizar compras, es evitar el pago en efectivo en la medida de lo posible. Sin embargo, todavía hay personas que no están familiarizadas con el pago con tarjeta o realizan compras pequeñas para las que exige pagar en efectivo, sobre todo, en los pequeños comercios. Encontramos un diseño que permite eliminar el contacto con las monedas en el caso de que haya que seguir utilizándolas.
Se trata de una arandela que se sujeta con el dedo índice en forma de gancho. De esa arandela parte un soporte que termina en una superficie plana y redonda donde se puede depositar las monedas. Es similar a una cuchara, pero en lugar de mango, dispone de ese anillo para dedo.
Aunque en cierto modo es ingenioso, tiene varias limitaciones. En primer lugar, alguien debe colocar las monedas sobre la superficie y eso ya implica tocar.
En segundo lugar, la superficie plana puede provocar que las monedas se caigan. Esto puede evitarse si esa superficie estuviese diseñada como una cuchara que podría utilizarse también para coger las monedas de un monedero. Aun así habría que ver cómo hacer para acertar con la cantidad justa.
A la hora de recogerlas, se podrían verter en un cajetín, pero parece difícil volcarlas y que queden clasificadas.
Aunque el diseño mejorase para evitar los inconvenientes mencionados, nunca seria una alternativa para una persona ciega, ya que deben tocar el canto de las monedas para identificar su valor.
Hasta el momento, no hemos encontrado un diseño que permita entregar billetes sin tocarlos; unas pinzas podrían servir, al menos para el intercambio.
Dentro del ámbito de las compras, una tarea importante es asir el carro. Hemos encontrado varios diseños que pueden evitar que toquemos la superficie del empujador del carro de la compra, como estos dos que mostramos a continuación.
El primero de ellos es una abrazadera que se sujeta al cilindro de empuje de un carro de la compra. De dicha abrazadera sale una empuñadura perpendicular al suelo, con forma anatómica, de manera que la persona, utilizando dos de estos dispositivos, podría llevar el carro sin tocar su superficie.
Este otro diseño es un cilindro abierto longitudinalmente que se puede colocar alrededor de la empuñadura de un carro de la compra para llevarlo como se hace normalmente, pero sin tocar la superficie.
Ambos diseños parecen funcionales, siempre y cuando la persona tenga la suficiente capacidad motora para colocar las piezas en el carro.
Desde la Dirección de Accesibilidad Universal e Innovación de la Fundación ONCE, se ha sugerido la posibilidad de incorporar una cuerda o cable que termine en una moneda para desbloquear el carro.
Siempre que se diseñe una pieza en 3D, hay que pensar si tiene sentido o no parametrizarla, es decir, diseñarla de tal manera, que antes de imprimirla, se puedan especificar algunas medidas que permitan adaptarse mejor a una situación concreta. En el caso de los productos para empujar carros, esta opción permitiría que se adaptasen a otras superficies para evitar tocarlas, y en el caso del primer diseño, se podría alargar la empuñadura, facilitando el manejo a personas con brazos más cortos, por ejemplo.
En estos días hemos adquirido la costumbre de apretar botones de ascensor, interruptores de luz, etc., con nudillos y codos. Uno de los diseños que Fundación ONCE ha puesto al alcance de todas las personas es un pequeño dispositivo pensado para que personas con mano neurológica puedan utilizar teclados con mayor facilidad. Se trata de una especie de anillo con del que sale un pequeño puntero que discurre por el dorso de la falange y que puede ser muy útil para presionar los botones de un ascensor o los de un cajero, por ejemplo.
No obstante, también hemos encontrado varios diseños de gadgets multiusos que pueden usarse para abrir puertas y pulsar botones.
Un ejemplo, es este dispositivo que se sujeta como si se tuviese un gatillo. El gancho de su extremo se coloca sobre los picaportes, para bajarlos sin tocarlos y también es válido para apretar un botón.
El agarre no se va a adaptar a las necesidades de todas las personas, y probablemente sería interesante para algunos que el gancho fuese más largo. Esto ocurre con prácticamente todos estos diseños, la longitud va a determinar que más o menos personas se beneficien de ellos.
No obstante, todos pueden servir de base y realizar las modificaciones que sean necesarias.
El siguiente diseño ha llamado nuestra atención porque permite llevarlo siempre colocado, de modo que la persona esté preparada en cualquier momento.
Se trata de una pulsera de la que sale un gancho largo que discurre por la palma de la mano. El borde del gancho llega hasta un poco antes del final de los dedos, sobrepasando el meñique.
El gancho permite llevar a cabo varias tareas como, por ejemplo, enganchar un picaporte para abrir una puerta, pulsar números de una TPV, un botón de ascensor, etc.
Este peculiar diseño no parece sencillo de colocar por uno mismo. Habría que comprobar si es cómodo de llevar puesto durante mucho tiempo. Ponerlo y quitarlo cada vez que una persona quiera accionar algo, no parece una opción.
Pero dada la gran cantidad de superficies que tocamos a lo largo del día, tener un dispositivo que nos ayudase a no tocar nada, que al mismo tiempo nos permitiese manipular, sería una gran idea.
Esta pieza permite introducir, por un lado, el dedo pulgar para colocarlo en oposición al resto de dedos que se introducen en otra pieza. El resultado es una manopla, pero que sólo cubre las falanges de los dedos.
Se puede realizar cualquier acción de pulsar, pero, al permitir oposición, también se pueden activar elementos, como grifos, o asir objetos.
Este diseño permite manipular objetos, al menos parcialmente; si la persona no tiene sensibilidad, que muy necesaria para muchas tareas manipulativas. Sin embargo, puede ser muy útil para las personas que tengan la posibilidad de ponerse la manopla sin dificultades.
Estamos seguros de que, después de esta pandemia, en muchos lugares se va a plantear la posibilidad de colocar puertas que se abran por detección de presencia o aproximando una mano o un pie a un pulsador, sin necesidad de tocar. Estas puertas son accesibles para personas con problemas de movilidad, así que serán muy bienvenidas.
Pero mientras esto sucede, hay que seguir utilizando picaportes para pasar de unas estancias a otras.
Estos diseños tratan de que la persona no tenga que tocar las puertas para poder abrirlas.
El primer ejemplo es una pieza plana que dispone de un gancho y se sujeta colocando los dedos en tres círculos dispuestos en forma de flor, de los que sale dicho gancho, que permite sujetar un picaporte y bajarlo.
Uno de los círculos permite sujetar la cabeza de un pestillo de los que se accionan girando un cuarto de vuelta. De esta manera, se puede realizar el giro sujetando el dispositivo del gancho.
Es posible que este diseño no sea universal, es decir, que no se adapte a todos y cada uno de los pestillos.
No obstante, hay muchos diseños que tratan de solventar el problema de la apertura de puertas. Basta con ver si alguno de ellos se adapta a nuestras necesidades.
Probablemente, el siguiente sea uno de los diseños que hemos encontrado que es más funcional porque se queda sujeto con seguridad a la puerta, aunque tiene el inconveniente de que hay que imprimir e instalar uno por cada puerta que se quiera adaptar.
El resto de dispositivos para abrir puertas, tipo gancho, pueden tener el problema de resbalar de los picaportes y dificultar la tarea mas que facilitarla. Con este diseño eso no ocurre.
Esta pieza se sujeta al picaporte de una puerta con tornillos. En la parte superior del picaporte queda dispuesta una superficie cóncava, como si fuese medio brazalete, donde se puede colocar el antebrazo y empujar con éste hacia abajo para que el picaporte baje.
Pero hay que tener en cuenta a aquellas personas que no pueden utilizar sus brazos, pero si sus piernas. Un ejemplo es esta pieza en forma de picaporte que se coloca en una base plana que se puede pegar o fijar a la parte inferior de la hoja de la puerta, alineada con el picaporte. De esta manera, se puede enganchar el pie y tirar de la puerta para abrirla. Aunque este movimiento no parece sencillo de hacer para algunas personas, puede ser una opción válida para otras.
Un diseño que nos recuerda a los trucos de los abuelos, es el siguiente. Una cuerda de pita o un trozo de velcro, son tan válidos para realizar adaptaciones como el material más sofisticado del mundo. He aquí un ejemplo:
Se trata de una pieza rectangular, como si fuese el marco de una ventana, pero de menores dimensiones que permite abrir la puerta con las extremidades inferiores. Si se ata una cuerda al picaporte y ésta a la pieza impresa, ofrece una superficie para meter el pie y tirar con el hacia abajo, desplazando, por tanto, la cuerda y el picaporte.
Estos ejemplos muestran como, ante una necesidad, las personas son capaces de generar ideas.
Con o sin impresoras 3D, todos hemos estado utilizando estos días bolígrafos como elementos para pulsar, por ejemplo.
Cuando la accesibilidad sea percibida como una necesidad para todas las personas, estamos seguros de que el diseño para todos será la base de todas las creaciones.