Los asistentes virtuales son aplicaciones que facilitan la interacción entre las personas y los dispositivos tecnológicos con el fin de conseguir información o realizar tareas. Éstos están integrados en dispositivos inteligentes como teléfonos, relojes, televisiones o altavoces, y permiten, por ejemplo, consultar el tiempo, gestionar la agenda, encender luces o activar electrodomésticos.
La interacción con la tecnología mediante asistentes virtuales, debido a su sencillez, aporta ventajas a personas con discapacidad, mayores y otros colectivos vulnerables. Conozcamos, por ejemplo, cómo una persona con discapacidad visual emplea el asistente de Google.
No obstante, estos asistentes virtuales requieren de ajustes para considerarse completamente accesibles. Desde la sección de “Guías, manuales y estudios” de Accessibilitas, se puede visualizar el informe de accesibilidad de los asistentes virtuales realizado por el Observatorio de Accesibilidad TIC de Discapnet. Este estudio ha analizado la interacción con cinco asistentes virtuales desde altavoces inteligentes.
Una de las conclusiones del estudio establece que, aunque los asistentes virtuales ofrecen modos alternativos de interacción que aportan importantes ventajas a personas con discapacidad, ninguno de los altavoces inteligentes se ajusta al estándar europeo UNE-EN 301549 Requisitos de accesibilidad para productos y servicios TIC.
El pasado viernes 24 de abril, Fundación ONCE presentó los resultados del citado estudio, además de ofrecer ejemplos prácticos del uso de los asistentes virtuales por parte de personas con discapacidad. Visualiza el aperitivo de Fundación ONCE sobre la accesibilidad de los asistentes virtuales.