Muchas personas están atrapadas en sus casas porque el edificio carece de ascensor, pero además de que se disponga de este, es necesario que sea accesible y pueda ser utilizado por todas las personas de manera independiente posibilitando su autonomía personal. Nadie concibe que otro miembro de la familia tenga que abrirnos la puerta o pulsar el botón cada vez que queremos salir a la calle, y eso es lo que le ocurre a muchas personas con discapacidad que, por ejemplo, dada la excesiva altura de la botonera, no llegan a pulsar o no pueden abrir la puerta porque es demasiado pesada.
Los puntos esenciales que hay que considerar para garantizar la accesibilidad en los ascensores son:
- Accesos: Existirá un espacio horizontal y libre de obstáculos delante de la puerta para facilitar la entrada y la salida de la cabina y permitir el giro de la persona que utilice una silla de ruedas. Además, la separación entre el suelo de la cabina y el rellano de planta será inferior a 2 cm en horizontal y a 1 cm en vertical.
- Puertas: Hay dos clases, las puertas de cabina, que protegen a las personas durante el viaje, y las puertas de piso, que separan el hueco por donde se desplaza el ascensor del resto del edificio. Ambas deben ser correderas y automáticas, permitiendo como mínimo un paso libre de 80 cm, permanecer abiertas al menos 20 segundos y disponer de mecanismos de reversión del cierre para evitar atrapamientos, como control de fuerza de cierre, fotocélulas, cortinas ópticas y radares.
- Cabina: Las dimensiones mínimas que deben asegurarse son de 1 m de ancho y 1,25 m de fondo, y dependiendo de la normativa de cada comunidad autónoma. Se dispondrá pasamanos perimetral, pantalla de información y se recomienda colocar un espejo en el paramento frontal.
- Botonera y pulsador: La altura de colocación será inferior a 1,20 m, siendo necesario que se incluyan caracteres con contraste cromático adecuado, en braille y en alto relieve.
- Señalización e iluminación: Dispondrá de señales luminosas y sonoras. Tanto en el interior como en el exterior, existirá un sistema de señalización que indique en qué planta se encuentra y si el movimiento es ascendente o descendente. En la cabina habrá una señal sonora que identifique el cierre y apertura de la puerta. Dispondrá de información parlante y bucle magnético. La iluminación de la cabina será uniforme y sin producir deslumbramientos.
En un estudio que realizó ASPAYM (Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas) sobre las necesidades de las personas con discapacidad en el uso del ascensor, se obtuvieron los siguientes resultados:
- 73,1% dificultad para llamar al ascensor
- 34,6% dificultad para pulsar el botón desde el interior
- 50% no pueden abrir las puertas manuales al entrar o salir del ascensor
- 57,7% les golpean las puertas al entrar o salir del ascensor
- 88,5% les gustaría poder variar el tiempo de cierre de las puertas del ascensor para evitar colisiones
A raíz de la pandemia, la seguridad y la accesibilidad son condicionantes que van de la mano y se apoyan en la tecnología para dar respuesta a las necesidades de las personas. Así surgió PULSE , un sistema de activación del ascensor a través del Smartphone y la tecnología bluetooth, sin necesidad de contacto físico con los botones. Este sistema es el resultado del trabajo de tres entidades, Nayar Systems, Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA) y Fundación ONCE.
Mas información: NAN Arquitectura